Objetivo: Hacer la cama.
Tener objetivos
es saludable.
Saber
exactamente cuáles han de ser las limitaciones de los mismos es determinante.
En 2014, el almirante William McRaven
dio un discurso en la Universidad de Texas en la que empezaba afirmando que
hacer la cama todos los días te ayudará a cumplir tus sueños.
Tener una oportunidad pequeña para
cambiar algo. Poner la atención en las cosas pequeñas ayuda a fijarse en los detalles
que marcan la diferencia.
Cuando el peligro te acecha, es mejor no
correr. Es una metáfora. Cuando un tiburón te rodea en el agua, no hagas ningún
movimiento brusco. El miedo se puede controlar de la misma forma que se puede
manipular a quien o lo que te lo causa. Y si el peligro continúa, un golpe seco
en el momento perfecto es lo único que te va a salvar. Y eso solo se lleva a
cabo con la templanza necesaria.
Es sumamente importante conocer el
motivo por el cuál te mueves, porque en los momentos difíciles, solo el
pensamiento del objetivo es lo que va a hacer que soportes el frío, la
tristeza, el rechazo, la carencia. A veces, los objetivos empiezan siendo a
corto plazos, o pequeños (aparentemente insignificantes), pero esos tienen que
existir de la misma forma que tiene que existir la cima. Está bien querer
convertirse en el mejor cirujano, pero el primer objetivo es aprender anatomía.
Además, el objetivo tiene que ser claro,
aunque lleve días pensar en él. Porque todo se puede lograr, siempre y cuando
uno sepa cuándo volar y cuándo poner los pies en la tierra para que las alas no
se cansen en el movimiento. No obstante, eso no incapacita que el aleteo tenga
que ser constante, sin pausa, en muchos momentos de ese –sin ninguna duda-
tedioso y durísimo camino.
Ver video del Discurso en Youtube
En una guerra (¿acaso no es eso en
cierto modo la vida del aspirante?) todo el mundo tiene cabida. Si eliges ser
cabo y no soldado, está bien. Lo importante es que no te distraigas y te
mantengas en la posición elegida. No todo el mundo vale para ser cabo. Ni
siquiera todo el mundo vale para ser soldado. Hay quien decide esperar en casa
mientras otros deciden el destino de la mayoría.
En la guerra, también hay sitio para los
que transportan a los heridos, para los voluntarios que ayudan, y para los que
curan. Espero que se entienda la analogía, por supuesto. En esta guerra en la
que los artistas combaten, hay sitio para todos. Lo único importante es ser
conscientes de que te estás metiendo precisamente en una contienda en la que no
siempre se gana. Muchas veces no depende solo de ti. La mayoría.
Solemos subestimar el poder de una única
persona. Lo que olvidamos es que todo empieza con un hombre o una mujer.
Por eso es recomendable, como diría el
almirante William McRaven, hacer la cama como primer objetivo en el día.
Vestirse, aunque no vayas a salir (no me malinterpretéis, hablamos de alguien
que tenga que adaptarse a una rutina más ociosa, no un trabajador que el
domingo va a pasarlo en casa descansando, en la cama). Y hacer cada día algo
que te haga estar más cerca de los objetivos a largo plazo. Aprender un idioma,
puede ser un buen ejemplo. Escribe, ve películas, lee, estudia, conoce a gente,
crea debates, viaja. Conoce lo diferente, porque es lo único que te hará
cambiar de parecer. No en todo el mundo piensan como tú, no en todos los
lugares se cena a las diez de la noche, ni tampoco hay día y noche en todos los
sitios de este planeta. Conocer te hace estar más cerca de tus objetivos. Y al
final, es esto lo que hará que logres cumplir tus sueños. Eso, y la certeza de
que todo se puede conseguir si te esfuerzas para ello.
No obstante, si por un casual, el día te
va mal, siempre vas a tener la cama hecha cuando llegues a casa.
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