Aún no sabes qué quieres ser de mayor.

Aún no sabes qué quieres ser de mayor.
Y eso que tienes 35 años.
No sabes si es un buen momento para comprarte una casa.
Pero tienes 42 años.
¿Y eso de arriesgarse para quedar con alguien?
A eso, tal vez ni un adolescente se atreviera.

La vida es eso que está escrito en tantos lados y de tan diferentes formas, que uno no sabe por dónde tirar para hacerlo tal cual debiera hacerlo.

No es fácil contentarlos a todos, pero lo que solemos olvidar a menudo es que resulta mucho más complicado contentarse a uno mismo.

Nos movemos por la inercia del momento, por las presiones del entorno. Vestimos como se supone que hemos de hacerlo, acudimos a los lugares a los que nos invitan, e incluso comemos a la hora estipulada. No logramos salirnos de esas verjas por miedo a estar haciéndolo mal.

Pero las normas no siempre están hechas para todos y, joder, lo primero que haces al llevarte la prenda de ropa a casa es quitarle la etiqueta. ¿Por qué la nuestra debe de caer eternamente sobre nuestros hombros?

 VER 'Contrastes', Dahiana Betancourt

Creo firmemente que el que tiene futuro hoy en día es el polifacético, el que sorprende comentándote una habilidad que se suponía que no debía de poseer. El que te hace reír cuando la cosa va en serio. El que baila cuando no hay música. El que lucha por lo perdido como si se pudiera recuperar de nuevo. El que sigue siendo, a pesar de que ya nadie cree en él.

La lucha de opuestos es lo que ha hecho que evolucionemos, pero la simbiosis de los mismos es lo que ha hecho que el mundo cambie. Y todos quepamos en él. Porque siempre hay espacio para un libro más en la estantería, aunque sea de lado, ¿no va a haber lugar para ti en el planeta?

Sé diferente, sé lo que no esperan otros, lo que no te esperabas ni tú. Desafíalo todo.
Tal vez, y solamente tal vez, lo que tanto ansiabas... siempre ha estado ahí para ti.