'Demons', un eco de ti mismo


Ni siquiera sé exactamente cuántas veces me he propuesto escribir este texto.

Me resulta complicadísimo.

Ahora sé que solo improvisando se saca a los demonios de la cabeza.




Este video, realizado con mi canción favorita, con una muy buena amiga y, encima ahora, soy consciente también que la última vez que se lo mostré a una persona importante quiso repetirlo. Volver a este antes incluso que conocer otros.

Son muchas las razones para huir de él. Pero es que lo realicé precisamente en el contexto opuesto. Para no temerme a mí misma… y enfrentarme a lo que soy.

Por eso, por todas las veces que me ha faltado el aire cuando he tratado de ser yo, por todos esos locos que me instaron a abandonar, por la capacidad de mi mente de sacar la parte mala a cada milagro.

Vivo sentenciándome a cada instante, reprochándome las cosas que no supe hacer de otra forma. Y echando de menos a quienes a ratos solo recuerdan de mí que una vez tomamos un café. Sin más. Sin una taza diferente, sin una conversación que nos hiciera caer en la falta que nos hacía escuchar eso de nuestra propia boca. Que salimos de allí pensando algo distinto. Contra nuestra propia voluntad.

Últimamente me encuentro en todas partes, en todas las personas, una necesidad de comunicarme que no debo preguntar. Nadie tiene ganas de dar respuestas. Rehuimos de ellas.


Siempre se sale con la suya. Esa voz que te dice que la dejes en paz. Por eso cada día me despierto ansiosa de desprenderme de los motivos que ya tengo. Si mi esencia no me vale, igual lo mejor sea buscarse otra. Pero es que es precisamente esa esencia la que me proporciona ese raciocinio. Por eso creo que se merece otra oportunidad.

En realidad, poco importa que existas o ya no lo hagas. Mi sueño es saber ser yo, sin prejuicios, incluso cuando estés.

Es de Perogrullo, pero tengo que decírtelo: contigo irás siempre. Y si hay que pasar página con alguien, no te preocupes, es que quizás con esa persona nunca pretendiste volar lo suficientemente alto. Por no dejarla atrás. Y ahora solo te viene su recuerdo cuando le echas el azúcar al café porque solía llamarte la atención cómo lo hacía ella.

Solo eso.

Ya ves.

Tus demonios. Tú.

A decir verdad, ellos solo han estado ahí cuando has empezado a reparar en ellos. Somos como una casa sin ventanas en la que la oscuridad no tiene permiso para marchar. Así, cuando lo sepas, únicamente cuando te percates, batallaras por echar una de las paredes abajo.

Porque se puede estar resguardado y, al mismo tiempo, ser feliz. Eso no significa que vayas a serlo, claro que no. Significa que hagas todo lo posible por entenderte con tus demonios, porque ellos no van a marcharse. Ellos solo son un eco de ti.

Canción: 'Demons', de Jacob Lee
Bailarina: Beatriz Caballero

Sigue nuestros contenidos en www.ironicascreaciones.com
o en nuestros canales de Facebook, Twitter, Vimeo y Youtube.








Comentarios

Entradas populares