Un consejo: IMPOSICIÓN.

imposición. 

Del lat. impositio, - ōnis.

1. Acción y efecto de imponer o imponerse.

2. f. Exigencia desmedida con que se trata de obligar a alguien.

3. f. Carga tributo u obligación que se impone.

4. f. Cantidad que se impone de una vez en cuenta corriente depósito bancario, etc.

5. f. Impostura imputación falsa.

A veces uno no tiene ni idea de la relevancia que estriba en la capacidad de saber atenerse a un rol. 

Sin más.

Si trabajas en un equipo, ¿cuáles son tus funciones?

¿En qué estamento te encuentras?

Y esto no tiene nada que ver con salir de fiesta según con quién —aunque no estaría de más saber dónde dar cada paso— sino con el momento concreto de trabajar. 

La imposición es mi asignatura pendiente. Mi talón de Aquiles, mi punto débil, mi diana en el pecho. Y cuando eso tiene lugar, hasta a los amigos se le reparten dardos. Porque no se trata de hacer nada mal, sino de tomar la confianza y embadurnársela por todo el cuerpo. Y no conocer los límites.

Eso puede tener que ver con tu responsabilidad de mandar mensajes erróneos, descafeinados, o bien con la profesionalidad por parte de otros de no saber apreciar dónde se encuentran las barreras.

Pero, sobre todo, por la primera opción. 

Porque se nos enseñan demasiados flecos de las disciplinas —especialmente de la artística—, pero nunca dos de las aptitudes que, para mí, son imprescindibles, indispensables, rabiosamente esenciales: 

• La empatía.

• La imposición.

Pero de eso no te hablan en las escuelas. Claro que no. Lo dan por hecho. Porque sin empatía puedes llegar lejos —a veces, mucho más que con ella—, pero sin imposición TE COMEN.

Y es otra excusa más para sobrepasarte, para que te quedes en el arcén, mientras los demás escalan posiciones. 

Este es mi consejo.

Sé buena gente, pero imponte.

Escucha ideas, pero sé incisivo en tus convicciones. 

Abre tu mente, pero termina respetando tu esencia.

Este es el consejo que nunca nadie te dará.

En serio, dale un par de vueltas.